¿Sabías que puedes limpiar prácticamente toda tu casa usando un único producto? Concretamente, usando bicarbonato de sodio que, además de ser económico, libre de tóxicos y de origen natural, se puede usar para limpiar multitud de superficies. Es efectivo contra manchas, grasa, suciedad acumulada y para quitar olores. En esta entrada, profundizaremos en cuatro formas diferentes de usar este versátil producto para limpiar tu hogar.
1. Limpiador de superficies
El bicarbonato de sodio se puede usar para limpiar prácticamente todas las superficies (excepto las de aluminio).
En la cocina, puede usarse para limpiar la encimera, el fregadero, la vitrocerámica o fuegos, el horno, el microondas, la nevera, fondos de calderos, ollas o incluso sartenes… Simplemente espolvorea el bicarbonato por la superficie a limpiar, frota con un cepillo o esponja y retíralo con una bayeta o paño húmedo. Para la suciedad incrustada, puedes hacer una pasta de bicarbonato y agua, déjala actuar unos minutos y frota con un paño húmedo (para mayor efectividad, también puedes usar un poco de vinagre de limpieza o ácido cítrico diluido en agua)
Usando el mismo método, también puedes limpiar todas las superficies del baño (lavabo, wáter y el plato de ducha o bañera): espolvorea el bicarbonato, frota con una esponja o cepillo y acláralo con abundante agua. La pasta de bicarbonato con el vinagre funciona muy bien para limpiar las juntas de los azulejos y los desagües, ¡te sorprenderá lo efectivo que puede llegar a ser! (y tan simple)
Para los muebles, diluye una cucharada de bicarbonato y una cucharada pequeña de escamas de jabón de Marsella en un litro de agua templada. Rocía las superficies con la mezcla y seca con un paño o bayeta.
2. Desatascador de desagües
La mayoría de los productos que se usan para desbloquear tuberías y desagües suelen ser bastante nocivos, tanto para nosotros como para el medioambiente, al estar compuestos en su mayoría de lejía y sosa cáustica (una bomba, vamos). Para estos casos, una alternativa que no pone en riesgo tu salud ni la del planeta (y que probablemente sea bastante más económica) es utilizar el dúo vinagre-bicarbonato.
Para usarlo, primero que nada retira todo el agua del desagüe a desatascar, ya sea fregadero, ducha, lavabo y/o sumidero. Echa una taza de bicarbonato por el desagüe y, seguidamente, una o dos tazas de vinagre. Verás cómo reaccionan inmediatamente creando una efervescencia. Deja actuar durante 15 minutos, o hasta que el ruido de las burbujas haya terminado, y vierte un litro de agua hirviendo. Si el atasco persiste, puedes repetir el proceso las veces que haga falta.
3. Limpiar tejidos
Por sus propiedades alcalinas, el bicarbonato de sodio es un excelente potenciador de la acción del detergente, ayudando a mantener los colores y los blancos de la ropa y a eliminar olores persistentes de los tejidos.
Para usarlo en tu colada habitual, simplemente añade media taza de bicarbonato en el cajetín o en el tambor de la lavadora junto al detergente. Si quieres eliminar olores persistentes, como el del tabaco o el sudor, pon la ropa en un barreño con agua y media taza de bicarbonato y déjala en remojo unas horas o, incluso, toda la noche. Luego lávala en la lavadora como de costumbre.
Para limpiar alfombras, colchones o tapicerías, mezcla una cucharada de bicarbonato, un vaso de vinagre de limpieza y una cucharadita de jabón para lavar los platos en un litro de agua. Humedece un paño con la mezcla, frota la tela con movimientos circulares y deja secar.
4. Quitar olores
Como dijimos, el bicarbonato es un desodorante muy eficaz, sobre todo para olores “ácidos” como los del sudor, la orina, basura… Puedes espolvorear el bicarbonato dentro de los zapatos, en el fondo del cubo de basura o en el arenero de tu mascota para evitar malos olores. También, para limpiar el colchón o alfombras, espolvorea el bicarbonato, frota con un cepillo o paño, deja actuar unos minutos y aspira toda la superficie.
En conclusión, el bicarbonato de sodio es un limpiador efectivo y muy versátil con el que podrás limpiar prácticamente todas las superficies de tu hogar, desde la cocina, al baño y hasta tejidos. Además, ayuda a eliminar y prevenir malos olores. Así que, ya sabes, la próxima vez que vayas a limpiar olvídate de los chorrocientos productos de limpieza de los supermercados y deja que el bicarbonato haga su magia
